¿Será normal, moral,
que nos transpiren
las manos de los nervios?
A sabiendas que conocemos
mejor que nadie y hace tanto
todo este lugar.
¿Será normal que hablar
con vos
de vos, de mí,
siempre tenga que ver
con recuperar
alguna parte de nosotros
que perdimos en los demás?
No creo que sea bueno dudar
en este espacio de reconcimiento,
pero creo que hay
un punto ciego y muy blando
que quizás no estemos viendo
y al que no estamos llegando.
¿Será que es ese punto
el que está justo
en medio de los dos?
Y de tan grande,
de tan áspero,
nos dio vuelta
las caras de las monedas
y dejó anidando en las manos
un polvo que desaparece
ni bien abrimos los puños.
Será que al final
terminamos siendo dos rotos
en un mundo de descosidos,
donde nadie tiene hilo y aguja
para suturar lo que nos pasa.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por leer! También podés seguir el Instagram del blog para recomendaciones de lectura y enterarte cuando subo una nueva entrada: @ficcionenelpatio