El único lugar en el que sentía que existía...



El único lugar en el que sentía que existía
estaba en algún hueco entre tu boca y mis sábanas.
Había días en que quería dejar mi celular en casa,
caminar hasta que mi cabeza se aclarara
y que las luces del barrio sean nada más
que pequeñas partículas
iguales a las pecas de tu espalda.

Tengo el recuerdo de tus labios en mis muslos,
y el deseo todavía latente de un orgasmo en madrugada.

Como si la desesperación en tu voz
fuera suficiente para hacerme creer
que el poco espacio y la confusión entre nosotros
eran solo temporales
y que el tiempo algún día, a su manera,
nos traería de nuevo con nosotros.

Comentarios

"Para escribir bien hay recetas, consejos útiles, un aprendizaje. Escribir, en cambio, es una decisión de vida, que se realiza con todos los actos de la vida". César Aira.