Monólogo matutino de domingo



¿Ya las cuatro de la madrugada? La puta madre y yo sigo acá en la cama tapada hasta el cuello mientras espero a que se termine de cargar otro capítulo de esta serie de porquería que me recomendaron, creo que tengo que dejar de hacerle caso a la gente que me recomienda cosas porque siempre la termino pasando mal como esa vez que una amiga me dijo que un vaso más no me iba a hacer nada y terminé con un lavaje de estómago y sermones de mi vieja sobre lo muerta que podría estar si seguía con esas pendejadas pero bueno igual el médico supo tranquilizarla y lo hizo tan bien que ahora lo veo todos los fines de semana porque la lleva a comer o al cine, Jorge se llama, el nombre me hace acordar a un dibujito que mira mi primo sobre unos nenes que tienen de mascota a un mono de mierda que se llama como este tipo y siempre me pregunto si no es ilegal eso pero después pienso en la euforia desenfrenada que te produce un animal cuando sos chiquito, es decir, yo tuve a Copito que era un conejo blanco con un escupitajo negro como mancha en el ojo derecho y me hacía muy feliz hasta que la perra de mi abuela, que en realidad parece un cerdo de lo gorda que está, lo hizo correr por todo el jardín y Copito murió de un infarto o algo así pero para mi seguro se lo comió y nadie me quiso decir porque me produciría un trauma enorme, casi igualito al que me agarra cada vez que escribo con Tears dry on their own de fondo y me acuerdo que Amy Winehouse está muerta jajaja el día que me intoxiqué con alcohol mi vieja pensó que yo era una especie de fanática obsesionada con Amy a tal punto de querer quitarme la vida como ella, igual espero que no pase hoy porque estoy acostada con un pijama de gatitos sucio, con manchas de salsa de la pizza que me comí hace un rato y un agujero en el pantalón pero esto me pasa por no querer llevar esas dos bolsas llenas de ropa de hace semanas al lavadero porque ahí atiende un flaco que me comí el fin de semana pasado y es bastante pesado, además le encanta esa canción en la cual Arjona le canta a la menstruación y yo me quiero pegar un tiro cada vez que la escucho porque me recuerda que mi miedo más grande es terminar como esas viejas que le tiran corpiños a cantantes un tanto perturbadores como éste por eso escucho Adam Levine pero Lost Stars me hace acordar a él porque cada vez que nos peleabamos a mi me encantaba flasharla a lo quinceañera y ponía esa canción para terminar de desgarrar mi existencia hasta que un domingo de bajón me pedía perdón y yo me derretía como un hielito afuera del freezer cuando me miraba con esos ojos grandes llenos de agua y ahora estoy acá pensando cosas que no tienen nada que ver pero por las dudas siempre termino hablando de la humedad de mi pared, del amor que va a salvar al mundo y de estos días, a estas horas, que no deberían haberse inventado jamás...

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"Para escribir bien hay recetas, consejos útiles, un aprendizaje. Escribir, en cambio, es una decisión de vida, que se realiza con todos los actos de la vida". César Aira.