Vos abajo, yo arriba. Siempre en distinta sintonía. Pero yo podría haber bajado y vos podrías no haber subido.
Y otra vez el desencuentro.
Vos abajo, yo arriba. Como solíamos mirarnos, un poco por la altura y otro poco porque nos medíamos para estar al nivel de las circunstancias del otro.
Y jamás nos llegamos.
Vos abajo, pisando tierra firme, sabiendo para qué lado ir, mirando bien fijo ese punto chiquitito a lo lejos para no desviarte. Yo arriba, flotando en mi propia estratosfera donde no existe un equilibrio dinámico.
Pero por lo menos esa mañana pudimos, los dos, por primera vez, sentarnos mirando al frente y viajar hacia el mismo lado.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por leer! También podés seguir el Instagram del blog para recomendaciones de lectura y enterarte cuando subo una nueva entrada: @ficcionenelpatio